Tarek:
Escribo esta carta pública, que debería ser
privada, para intentar que llegue a su conocimiento.
Hace muchos años seguí sus intervenciones sobre
los Derechos Humanos, considerándolo a usted un hombre comprometido con ellos.
Por esa razón, creí que su participación en la
Constituyente del 99 era una garantía para que ellos fueran tomados en cuenta.
Lo que sí se hizo.
Lo aprecié.
Sin embargo, su actuación no tiene nada que ver
con los principios allí expuestos.
¿Qué le pasó?
Cuando vi el video de su hijo Yibram, a quien
conocí de niño porque era compañero de una de mis nietas en el Colegio Don
Bosco de Nueva Barcelona, sentí admiración y dolor.
Admiración por su valentía al reclamarle
públicamente su complicidad con la ruptura del orden constitucional, con la
terrible y feroz represión de los cuerpos de seguridad del gobierno, por
permitir que la injusticia se haga dueña del país.
¿Por qué NO ha cumplido con su deber?
Dolor porque su hijo percibe que usted dejó en
el camino los principios y valores en los que formó a su familia.
Cada venezolano caído por la represión de este
gobierno nos duele como propio. Podría ser su hijo o el mío.
Tarek, HAGA LO CORRECTO
Elizabeth Ayala de Guinand
C.I. 1.881.919
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