domingo, 16 de noviembre de 2014

Parque Social P. Manuel Aguirre SJ: La Universidad al servicio de la gente

Al arribar la Universidad Católica Andrés Bello a sus 60 años, un hecho indiscutible de su identidad se expresa en la creación y puesta en marcha del Parque Social P. Manuel Aguirre SJ en 1999. Si bien los antecedentes de su vocación social, como el nacimiento de Fe y Alegría y la Dirección de Proyección a la Comunidad en el seno de la universidad son realmente manifiestos de una universidad que pone su mirada - y sus acciones - en el país, el Parque Social UCAB consolida uno de los objetivos más ambiciosos de la misión de la UCAB: “Irradiar su acción, especialmente a los sectores más marginados de la comunidad nacional”.


La construcción conceptual y física del Parque Social UCAB fue realmente un ejemplo de audacia y de visión de futuro cónsona con el país. En medio de tantas necesidades de crecimiento de toda la planta física, se opta por la creación de un proyecto social de gran envergadura que sirva como plataforma para generar un impacto tanto a lo externo como a lo interno de la universidad.

El Parque nace como respuesta a una realidad visible y cuestionadora desde su propio campus en Montalbán y en lo cual se venía trabajando como línea de investigación: la pobreza. Pero más allá de consolidar la investigación y establecer programas sociales, la UCAB y las universidades de AUSJAL, “en base al relativo éxito de sus egresados, se preguntaba si no estarían formando ¿profesionales exitosos para sociedades fracasadas?” La pro-actividad ante tal interrogante dio como resultado la creación del Parque Social P. Manuel Aguirre SJ



Los visionarios:
Como todo proyecto, el Parque Social contó con personas visionarias que impulsaron su gestación y desarrollo. Los jesuitas Luis M. Ugalde Olalde SJ y Luis Azagra Labiano SJ fueron los gestores conceptuales y reales de la obra, cuyas directrices, orientaciones y acompañamiento fueron claves para crear un modelo totalmente novedoso de universidad basada en el servicio y orientada a formar profesionales comprometidos con el desarrollo de la sociedad venezolana.  

El P. Luis Ugalde SJ, siendo Rector de la Universidad Católica Andrés Bello, desarrolló conceptualmente la propuesta y acuñó el término “Parque Social” poniendo especial énfasis en la concepción de un Proyecto para el Rescate de lo Público. A mediados de los noventa, el objetivo del proyecto presentado para su financiamiento exponía: “Se trata de que esta sociedad deje de considerarse llevada en brazos y sin costos por el Estado petrolero y pase a ser ella la que asume el Estado y la gestión eficaz de los servicios públicos”. Más adelante agrega Ugalde: “Ante el colapso de los servicios públicos se ha dado un incremento de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) en el área de servicios educativos y de salud. Y más recientemente los propios organismos públicos van buscando diversas formas de convenio con las ONGs que permitan rescatar servicios públicos deteriorados… El proyecto que presentamos se ubica en este enfoque de rescate de los servicios públicos por medio del cambio de actitudes de la población y de su participación creciente en la autogestión. Está dirigido fundamentalmente a los servicios populares de salud y de educación y propone una confluencia y sinergia de lo privado y lo estatal en lo público”. 


El otro visionario y ejecutor de la obra fue el P. Luis Azagra SJ, quien después de haber dedicado toda una vida a la universidad desempeñando importantes y diversos cargos, le tocó llevar las riendas del proyecto desde sus inicios. Además de confiarle la adquisición del terreno y su construcción, Azagra fue el encargado en buscar el equipo humano para comenzar a desarrollar el proyecto y transmitir los elementos esenciales de la obra. Al igual que en su largo recorrido en la UCAB, su papel se centró en la gente. Que el Parque Social fuese un espacio para auspiciar la dignidad del ser humano era el elemento clave para el P. Azagra, lo cual transmitía espontáneamente, y logró, con su presencia y enseñanzas, la creación de un sentido de equipo y de valores compartidos que se tradujeron en cimientos sólidos como organización.


Un Parque, dos significados: 
A lo largo de los años se sigue preguntando sobre el origen del nombre “Parque Social”. Dicha designación es casi tan novedosa como el modelo en sí y el hecho de no llamarse simplemente Complejo Social tiene su razón de ser. A grandes rasgos se puede decir que el nombre de Parque Social tiene dos significados importantes.

En primer lugar, parque social hace referencia a los parques tecnológicos. Estos últimos procuran estimular la transferencia tecnológica y de conocimiento entre empresas, mercados y universidades. En ellos, el talento de los estudiantes de dichas universidades se vuelca a la generación de valor agregado y desarrollos tecnológicos innovadores. 

Tomando ese concepto como referencia y en consonancia con las condiciones económicas y sociales de Venezuela, la UCAB  optó por la creación de un parque social concebido como una incubadora de programas en los cuales los estudiantes se involucran desde su ámbito de acción para ponerse en contacto con esa parte de la sociedad con mayores carencias, y con ello generar en el futuro profesionales ucabista con análisis crítico y real de la situación venezolana y el compromiso por conectar las destrezas adquiridas con el desarrollo de una sociedad más justa e inclusiva. 

Como definiera Azagra en su discurso de Conferimiento del Doctorado Honoris Causa en Psicología “Desde el Parque me están enseñando el paso de la Universidad-Academia a la Universidad-Servicio: paso que lo hacen consultando a los colegas de otras profesiones, centrándose más en la persona que tiene el problema y menos en catalogar el caso según las taxonomías académicas”

El segundo significado es igual de contundente. Se llama parque porque se construyó y se sembró un parque, un área verde para el encuentro con las comunidades. Es significativo que originalmente, los espacios donde se construyó el Parque Social eran unos terrenos baldíos que servían de botadero de escombros e inclusive habían servido como refugio de maleantes y donde se llegaron a cometer diversos actos delictivos. Ante tal realidad, lo que representaba un área abandonada y peligrosa se transformó en un espacio verde que hace evidente la premisa de Ugalde: el rescate de lo público. Ese terreno convertido en parque ha permitido a los habitantes de Antímano o La Vega disfrutar de unas áreas que generalmente en sus barriadas no existen y por ello, además de la importancia de cada uno de los servicios que se ofrece, en su esencia es un lugar de convivencia y construcción de ciudadanía entre universidad y comunidad.   


Para completar el nombre, al Parque Social se decidió llamar “P. Manuel Aguirre Elorriaga SJ”, para honrar a este notable jesuita recordado por su preocupación y trabajo en el campo social en Venezuela. Manuel Aguirre SJ también fue considerado un maestro para sacerdotes y líderes tanto políticos como sindicales, fundador de la Revista SIC, del Círculo Obrero de Caracas, director del Secretariado de Acción Social Católica, organizador de cursillos sociales y fundador del Centro Gumilla, su última obra. De todo este legado, la trascendencia que el Parque Social de la UCAB llevara su nombre.     

Del sueño al hecho:
Si algo ha caracterizado a la Compañía de Jesús ha sido transformar proyectos de gran escala en obras. El Parque Social es otro caso de esos, y para lograrlo fue preciso, lo que denominó Alberto Rodríguez, una “confluencia de voluntades”. Para adquirir los terrenos y financiar su construcción hacía falta más que el deseo de la UCAB; hacía falta la suma de voluntades en un mismo momento. El proyecto había coincidido con la visita del Presidente del Gobierno Vasco - José Antonio Ardanza - y los vascos estuvieron dispuestos a colaborar si la universidad lograba adquirir los terrenos. Por otro lado, el Centro Simón Bolívar (CSB), propietario de los terrenos, estaba dispuesto a dar un comodato si la universidad era capaz de levantar los fondos y convertir los espacios en lo que se planteaba. La solución fue ponerlos de acuerdo, de manera que el CSB entregó efectivamente el comodato y los vascos dieron los primeros recursos, que como decía el P. Azagra, tal vez no fueron muchos pero ayudaron a dar el primer empujón. En retribución, el proyecto del Parque Social quedó plasmado como un reconocimiento a tantos vascos llegados al país que aportaron sus conocimientos, experticias y trabajo a la sociedad venezolana.

Los primeros aportes se completarían con algunas donaciones del Gobierno Nacional y la asesoría de algunos entes públicos. Al transcurrir los años y luego de constantes negociaciones por cambios en los representantes del Centro Simón Bolívar, en septiembre de 2002, la UCAB - representada en ese momento por el P. Gustavo Sucre SJ como Rector encargado - adquiere formalmente la propiedad de los terrenos en una negociación sumamente favorable para la universidad. 

El proyecto presentado originalmente consistía en dos focos de atención orientados a la salud y la educación. Su obra se concretó en dos iniciativas: el Centro de Salud Santa Inés y el Centro de Educación Comunitaria. La razón de ser del primero de ellos, además de las necesidades sentidas de salud de calidad, tiene que ver con la existencia de otra de las voluntades que confluyó para la concreción del proyecto: la Fundación Inés de Planas.

El legado de Simón Planas Suárez:    
Simón Planas Suárez fue un distinguido abogado internacionalista y diplomático venezolano. En sus últimos años de vida conoció al entonces Rector de la UCAB, P. Carlos Reyna SJ  (1958-1969) y vio en la universidad la oportunidad de dejar su legado en buenas manos. Tal como dice su testamento, al no tener herederos legítimos por haber muerto sus padres, esposa y su único hijo “a los tres días de su nacimiento” instituyó como su única y universal heredera a la entidad jurídica creada a partir de dicho testamento: la Fundación Inés de Planas, llamada así en honor a su madre. La administración de la Fundación quedó, según voluntad del benefactor, en manos del rector, vicerrector y secretario de la UCAB, así como un médico y un abogado dispuestos por él. Aparte del mandato de que sus condecoraciones fueran expuestas en sitio público – lo cual se cumplió cuando se creó la Sala Simón Planas Suárez – la única finalidad de la Fundación sería la construcción de un edificio para hospital que se denominaría “Santa Inés”.

Al pasar los años y cuando aún se discernía si la católica podría contar con una facultad de medicina, la Fundación tuvo un primer intento de cumplir su fin apoyando los inicios del Centro Médico Docente La Trinidad, cuyo primer edificio lleva por nombre “Santa Inés”. Estando otros actores involucrados debido a su envergadura, la fundación se apartó y pasó algunos años invirtiendo diligentemente sus recursos. Ya en la década de los noventa siendo el P. Ugalde rector de la UCAB y con el proyecto del Parque Social en mente, definitivamente se encauzan los recursos de la Fundación Inés de Planas, gracias a la aprobación por parte de un tribunal para cumplir con el espíritu del testamento y no específicamente la letra que hablaba de un hospital. Tanto el alcance de los recursos como la experiencia de la Compañía de Jesús mostraban lo complejo y costoso de asumir el proyecto de un hospital. La creación de un centro de salud de segundo nivel, que sirviese de referencia a centros ambulatorios primarios a través de la prestación de servicios de diagnóstico, surgía como una gran necesidad y ayudaría a descongestionar los hospitales públicos copados con la atención de enfermedades de baja complejidad. 

Todo este entramado de testamento, voluntades y actores involucrados terminó de catapultar la creación y financiamiento del Parque Social P. Manuel Aguirre SJ y el servicio que inauguró sus instalaciones en septiembre de 1.999: el Centro de Salud Santa Inés.

Centro de Salud Santa Inés UCAB:           
Con el apoyo de la Fundación Inés de Planas y la capacidad organizativa de la UCAB se concibe el proyecto del Centro de Salud Santa Inés - CSSI -. Partiendo de que no es competencia de la universidad resolver los problemas de salud de un país, el enfoque fue concebir un modelo que demostrase la posibilidad real de ofrecer servicios de salud de buena calidad técnica y humana para las poblaciones de bajos recursos y con una clara orientación en su auto-sostenibilidad. 

Así nace Santa Inés, comenzando por conocer y sistematizar la experiencia de las mejores prácticas de otras instituciones de salud privadas y sin fines de lucro del país. Luego se crean las líneas de acción y la propuesta programática y organizativa, lo cual se podría considerar como el primer plan estratégico y cuya definición fue clave para esbozar el modelo que la universidad quería proponer. Allí quedan definidas la prestación de servicios, la educación para la salud (hoy definida como promoción de la salud) y la organización para la salud como las tres líneas estratégicas de la institución. De esta última línea estratégica nace luego AVESSOC, de la cual se hablará más adelante. 


Luego de una experiencia de 15 años desde la fundación del centro de salud, se podrían considerar tres elementos claves en su modelo de gestión y numerosos logros:

Orientación a la excelencia: Este planteamiento se basa en la construcción de una institución sin fines de lucro sólida siguiendo un principio que ha orientado su gestión: “no por ser un centro de salud para pobres, somos un pobre centro de salud”. Es dar lo mejor para quien es servido. Algunos elementos claves han sido la planificación estratégica, la cultura de rendición de cuentas, estar pendiente de los detalles que los pacientes valoran y lo que se ha denominado la “gerencia de pasillo”.   

Enfoque en la gente: Al ser una organización de servicio, el segundo elemento tiene que ver con las personas, a quienes se atiende y al equipo humano que forma parte del centro. Especial atención se ha puesto en crear un equipo con visión compartida sobre la base de unos valores organizacionales. Para ello se ha hecho énfasis en el proceso de selección, inducción y capacitación permanente de todos sus miembros.  

Corresponsabilidad en el financiamiento: La suma de diversos actores ha permitido que Santa Inés haya podido mantenerse y crecer desde su fundación. En primer lugar está el paciente que paga unas tarifas solidarias, pero que apuntan a cubrir los gastos ordinarios de funcionamiento. Por otro lado están los diversos colaboradores que han apoyado el equipamiento del centro, permitiéndole crecer y garantizar tarifas asequibles. Ahora también se cuenta con donantes para la campaña Amigo Solidario que permite atender incluso a aquellos que no pueden pagar las tarifas ya bajas. Y el ciclo de corresponsabilidad lo completan los médicos con su aporte profesional a honorarios más bajos, la UCAB cuyos aportes institucionales dan sustento a la obra, la Fundación Inés de Planas quien permitió su desarrollo y la Fundación Santa Inés UCAB que administra con criterio de eficacia y eficiencia.
          
Aún cuando el CSSI nació con una infraestructura amplia, su crecimiento ha sido gradual en el tiempo. Pasar de 4 especialidades médicas en 1999 a financiar, dotar y mantener 28, con servicios de diagnóstico de alta tecnología (como tomografía, mamografía, rayos X, laboratorio, etc.) ya es un primer logro en cuanto a la viabilidad de un proyecto de esta naturaleza. En 15 años, CSSI ha brindado más de 1.320.000 servicios de salud fundamentalmente a los habitantes de las parroquias vecinas (Antímano, La Vega y Caricuao), ha logrado el autofinanciamiento de su gestión operativa, ha creado una extensión de su laboratorio clínico en Petare, ha promovido programas de educación para la salud y estilos de vida saludables para la comunidad, impulsó la creación de AVESSOC como red de centro de salud de inspiración cristiana y ha sido espacio de formación y desarrollo de centenares de estudiantes de la UCAB. Quizás los hechos que demuestran su viabilidad en la Venezuela de hoy es su logro más esperanzador.        

Centro de Educación Comunitaria:   
En el Centro de Educación Comunitaria se volcó la experiencia que tenía la universidad en la promoción de proyectos sociales y en catapultar el recién creado concepto de Parque Social. Muchas de sus dependencias o unidades nacieron previas a la creación del parque, y éste les brindó un espacio natural para su crecimiento y consolidación. Otras nacieron a raíz del Parque Social o incluso llegaron algunas organizaciones que, teniendo identidad legal propia, tuvieron cobijo en el complejo por la afinidad de sus objetivos. A todos, el Parque Social brindó unos valores comunes para un trabajo más orquestado.

Dirección de Proyección a la Comunidad UCAB:
Respondiendo a su misión y a la realidad de las comunidades circunvecinas, en 1987 la UCAB crea la Dirección de Proyección a la Comunidad con la tarea de desarrollar y facilitar el vínculo entre los requerimientos comunitarios y los talentos, conocimientos y recursos de las diferentes instancias de la universidad, y así mejorar la calidad de vida de las comunidades en alto riesgo social. En alianza con las escuelas ubicadas en las comunidades circunvecinas, en 2000 se crea el Plan de Acción Educativa para articular alianzas que permitieran optimizar los recursos de la escuela para garantizar el éxito educativo. Este plan se redimensiona en 2005 como Plan de Acción Comunitaria UCAB con una visión más amplia del tema socioeducativo y de su impacto. Se precisa un abordaje interdisciplinario que conjugara el apoyo de las diversas carreras, poniendo su creatividad y aprendizajes al servicio de los requerimientos de las comunidades.


Hoy la Dirección de Proyección a la Comunidad ante el reto de la formación integral de los estudiantes, en el marco de la identidad Ucabista, cuenta con un equipo de coordinadores de Responsabilidad Social Universitaria en las escuelas y facultades que facilitan el vínculo y las acciones de proyección social de la UCAB en las comunidades, a través del voluntariado y  la institucionalización de las Cátedras de Compromiso Social.

Centro de Clínica Jurídica P. Luis M. Olaso SJ:
A mediados de los años ochenta, de la mano del P. Luis María Olaso SJ, a quien debe su nombre, se creó el área de voluntariado de la Facultad de Derecho. En 1994 se constituye la Clínica Jurídica como materia electiva para los alumnos de 5to año con lo que pasa a tener un mayor apoyo institucional de la universidad. La iniciativa, que comenzó siendo una actividad voluntaria de servicio a la comunidad, pasó a ser una materia optativa del plan de estudios para más tarde convertirse en una asignatura obligatoria. En la actualidad, es una materia anual, lo que permite estar presentes, además de su sede central, en otras 10 comunidades populares caraqueñas y formar  alrededor de 200 alumnos de quinto año de Derecho que atienden más de 10.000 casos anuales.

Desde su creación, la clínica jurídica ha tenido gran crecimiento e impacto, llegando a atender hasta la fecha alrededor de 100.000 casos en materias variadas, destacando las relativas a nacimientos, defunciones, matrimonios, divorcios, sucesiones, viviendas, contratos y derechos humanos. Al Centro se encuentra adscrita la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes “El Nazareno” que atiende un aproximado de 500 casos anuales y, desde julio de 2011, el Consejo Universitario de la UCAB elevó la Clínica Jurídica a categoría de Centro con lo cual amplía su ámbito de acción a tres líneas de actuación como lo son la docencia, investigación y extensión.

Unidad de Psicología P. Luis Azagra SJ:
La Unidad de Psicología P. Luis Azagra SJ es heredera de un centro de salud mental comunitaria llamado UNACLIP - Unidad de Atención Clínico Psicológica - que se ubicaba en el Colegio Refugio de la Infancia en Antímano. Se concibió como una sede de prácticas clínicas para los estudiantes del último nivel de formación de psicología de la UCAB quienes atendían personas que se acercaban buscando ayuda psicológica frente a dificultades afectivas y familiares, y conducían actividades para la prevención de problemas psicosociales del contexto. Inició sus labores en 1993 y permaneció de forma ininterrumpida hasta 1999 cuando se trasladó a lo que hoy es su sede del Parque Social P. Manuel Aguirre SJ. En enero de 2000 se contratan los primeros psicólogos clínicos de planta, se designa un coordinador y nace oficialmente la Unidad de Psicología. Este nombre se correspondió con la idea de que el servicio recién creado incluyera otras áreas que trascendieran la clínica. La gestación de otras áreas y la contratación progresiva de psicólogos escolares, sociales y psiquiatras confirma esta línea. Su nombre se completó en 2008 en honor al P. Azagra, quien tuvo especial afinidad a los psicólogos y siendo Director del Parque Social dio un empuje decidido para que la Unidad creciera y se consolidara. 

La Unidad de Psicología posee los elementos del concepto del Parque Social pues en ella se combinan el servicio, la formación/docencia y la investigación. En base a ello, entre sus logros destaca la realización de 4.500 consultas anuales clínico-psicológicas, psiquiátricas y de psicología escolar; cada año se reciben alrededor de 100 estudiantes de la UCAB provenientes de la escuela de psicología como pasantes en 7 cátedras de pregrado y 2 del postgrado de psicología clínica comunitaria. Por iniciativa de alumnos de cuarto año de psicología se constituyó el Proyecto Azagra, adscrito a la cátedra de psicología industrial, que está dirigido a contribuir económicamente con la Unidad y a difundir su labor. Desde 2004 se organizan las jornadas de bienestar psicológico donde asisten profesionales de diversas áreas de los centros educativos cercanos. En la labor de investigación, la UPLA publica, junto con el postgrado de psicología clínica, la revista venezolana de psicología clínica comunitaria. Asimismo creó la red venezolana de psicología aplicada y se ha enfocado en el tema de la violencia y de allí ha publicado obras como la sistematización de los acuerdos de convivencia entre comunidades y jóvenes de bandas armadas.

Área de Proyectos Pedagógicos y Servicio Social:
En 2001, el Área de Proyectos Pedagógicos y Servicio Social se constituye por iniciativa de la Escuela de Educación con el respaldo del Parque Social UCAB. Busca ser referencia pedagógica para el mejoramiento continuo de la educación en Venezuela, especialmente en los sectores más vulnerables de la sociedad como parte del compromiso de la universidad.

En el transcurso de sus 13 años se han obtenido logros significativos en consonancia con sus objetivos estratégicos. Se ha promovido el desarrollo de habilidades y competencias cognitivas, afectivas y sociales en niños y adolescentes a través de diferentes proyectos - entre los cuales destaca la olimpíada de lengua y matemática de la Parroquia Antímano – con la participación de 3.000 niños y 300 docentes, involucrando estudiantes de la UCAB en cumplimiento de la Ley de Servicio Comunitario.   En segundo lugar se ofrece una propuesta educativa de calidad para los diferentes actores y escenarios educativos, con 175 egresados de los diversos Diplomados, 1.000 docentes formados en talleres de actualización y 1.800 participantes de los Congresos realizados. Por último, el área pedagógica ha buscado sistematizar y difundir las experiencias educativas e investigaciones realizadas, consolidando cuatro proyectos de envergadura que han involucrado diversos financistas, múltiples docentes y directivos y trabajo tanto con escuelas públicas, empresa privada y Fe y Alegría.  

Unidad de Emprendimiento Económico:
El programa de emprendimiento de la Escuela de Economía nace en 2006 enmarcado en el proyecto Economía Aplicada al Desarrollo Sustentable de las comunidades, que tuvo como objetivo dotar a miembros de las comunidades desfavorecidas de elementos económicos y financieros que les permitiesen mejorar sus ingresos y en consecuencia su nivel de vida. Los ejes de acción son la formación, el asesoramiento y el seguimiento.  

Durante sus 8 años de funcionamiento, los estudiantes han puesto en práctica sus conocimientos para concretar el servicio a la comunidad. La oficina de asesoría económica y financiera atiende a 120 personas al año quienes llegan con distintas necesidades y a quienes se les ofrece atención personalizada de acuerdo a su demanda. También desde ese espacio se benefician con formación a más de 800 personas.

Aliados: 
El Parque ha dado espacio a diversos aliados que aún con planes propios, comparten su visión. Por varios años se estableció la A.C. Centro Magis como equipo de evaluación y seguimiento a proyectos de educación de la Compañía de Jesús en toda América Latina con el apoyo financiero de la Fundación AVINA. También la A.C. Medianálisis, dedicada a la comunicación para el desarrollo, estuvo un período en las instalaciones del Parque Social. Y actualmente siguen haciendo vida tanto AVESSOC como la A.C. SUPERATEC.    

A.C. AVESSOC: Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana 
En 1999, la Comisión de Salud de la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos (CONVER) agrupaba 14 centros de salud, ubicados en Caracas y la región central del país. Uno de los anhelos de dicha Comisión era articular a los centros y servicios de salud dirigidos por organizaciones religiosas a objeto de crear condiciones para ampliar y mejorar su aporte a las comunidades. En el año 2000, contactaron al Centro de Salud Santa Inés UCAB y juntos organizaron en 2001 las I Jornadas de Centros de Salud dirigidos por Congregaciones Religiosas. AVESSOC nace fruto de ese encuentro y de la alianza entre CONVER y la UCAB, como una asociación sin fines de lucro que promueve el trabajo en red entre instituciones de salud con vocación ecuménica, dispuestas a crear vínculos de cooperación, en beneficio de las poblaciones más vulnerables. En 2002 adquiere personalidad jurídica propia y se estructura su Oficina Central en Parque Social. 

En AVESSOC participan 30 instituciones que conforman una red de atención con 59 centros de salud que ofrecen aproximadamente 1.500.000 servicios médicos anuales. En cuanto a su vocación cristiana y equidad en el acceso a los servicios, se cuenta con el Fondo Solidario para la Salud, programa que ha apoyado económicamente a familias menos favorecidas en la realización de 10.219 exámenes médicos. La profesionalización del recurso humano en gerencia es una línea que distingue a AVESSOC con 223 egresados del Diplomado y 1.155 egresados de cursos de corta duración avalados por la UCAB.

A.C. SUPERATEC: Superación personal a través de la tecnología
En julio de 2002, en un espacio cedido por el Parque Social P. Manuel Aguirre SJ, se dio inicio al piloto de un programa de formación no convencional, que combina la enseñanza de herramientas computacionales con un componente de desarrollo humano, en la que participaron jóvenes del Liceo Felipe Fermín Paul (Antímano). Esa primera prueba del programa de formación rindió los frutos esperados por un grupo de personas, encabezado por Herman de Kessel, que había constituido la A.C. SUPERATEC con el propósito de ofrecer oportunidades de superación personal a través de la tecnología a jóvenes bachilleres de comunidades en situación de pobreza.  La alianza con el Parque Social y la UCAB,  así como  el apoyo de estudiantes ucabistas fueron factores clave para dar sus primeros pasos con firmeza. Asimismo, el desarrollo del componente de formación humana fue posible gracias al apoyo del Rector de la Católica, prestado a través del postgrado de Psicología Clínica Comunitaria. Posteriormente, el programa de formación se complementó con la Bolsa de Empleo para promover la inserción laboral de los egresados.  

Doce años después, SUPERATEC cuenta con doce centros de formación en los cuales cerca de 15.000 personas han aprovechado distintas oportunidades de formación. La Bolsa de Empleo ha facilitado la inserción laboral de 2.500 egresados del programa de Formación SUPERATEC, mientras que 1.300 han continuado estudios formales. El Centro que funciona dentro del Parque Social está consolidado y se proyecta como una referencia, tanto para SUPERATEC como organización de desarrollo social como para la comunidad a la cual sirve.

Parque Social UCAB como plataforma: Acción frente a la emergencia 
En un país avocado constantemente al corto plazo y a lo coyuntural, se ha insistido en buscar soluciones que influyan en erradicar la pobreza estructural que existe en Venezuela. Sin embargo, ciertas situaciones coyunturales que afectan en mayor proporción a los más pobres también han sido coordinadas con especial dosis de solidaridad desde la plataforma que representa el Parque Social. Tal fue el caso de las emergencias relacionadas con las lluvias tanto en 1999 como en 2010. En la primera de ella, con pocos meses de inaugurado, desde la UCAB se creó una iniciativa denominada Acción Solidaria Ucabista que pudo levantar significativos recursos y se mantuvo trabajando  tanto en Vargas como en Miranda por un largo período. Luego en 2010, con una organización más sólida y siendo las comunidades vecinas las más afectadas, se tuvo presencia en 52 refugios asistiendo a más de 16.000 damnificados con un contingente de 609 ucabistas voluntarios y 42 profesionales entre médicos, psicólogos, abogados y profesores de la universidad avocados a la emergencia. 

Seguir soñando:
En la Venezuela de hoy, el proyecto sigue más vigente que nunca. Un estudiante recientemente comentó: “hoy en día resulta absurdo pensar en la UCAB sin su Parque Social”. Además de su rol formador y de servicio, se acentúa su papel como espacio de ciudadanía, convivencia y tolerancia entre venezolanos. En la última homilía que el P. Ugalde ofreció despidiendo su rectorado se refirió al Parque como un caso atípico en el país: “mientras muchas iniciativas se ven frustradas, pues su realidad poco pudo acercarse al sueño inicial, en el caso del Parque Social ocurrió lo contrario, pues la realidad, sencillamente, superó lo que soñamos”. Para el futuro, tomando en consideración los logros alcanzados y las posibilidades reales de sostenibilidad, impacto e involucramiento de estudiantes y egresados solidariamente comprometidos, no queda sino seguir soñando. 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Agradecimiento

Palabras re-inauguración del Servicio de Diagnóstico por Imágenes
(En el marco de los 15 años del Centro de Salud Santa Inés UCAB)


Estimados miembros de la Junta Directiva de la Fundación Santa Inés UCAB y Fundación Inés de Planas, autoridades de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Compañía de Jesús, equipo humano del Centro de Salud Santa Inés UCAB, pacientes, medios de comunicación y muy especialmente colaboradores, donantes, aliados y amigos hoy presentes:

Podría comenzar estas palabras hablando de los maravillosos equipos que hoy vamos formalmente a inaugurar y bendecir. Pero, por un lado, le pedimos al Ing. Aquiles Segovia, más  experto que nosotros en la materia, que se dedicara a tal tarea, y sobretodo no inicio estas palabras hablando en detalle de los equipos nuevos ya que en el marco de la celebración de nuestros 15 años, queremos homenajear también a los equipos viejos. Estamos en un país  acostumbrado a actos de inauguración de toda índole, pero poco habituados a hacer mantenimiento, seguimiento y menos aún rendición de cuentas sobre lo que ya tenemos. Hace 15 años cuando el Centro de Salud Santa Inés UCAB abrió las puertas al público, nuestro gran activo era un sencillo pero moderno equipo de rayos X logrado gracias a un proyecto de dotación para múltiples ambulatorios públicos en todo el país, liderado por el entonces Ministerio de Sanidad y Asistencia Social con apoyo del PNUD y Banco Mundial. Éramos la única institución privada sin fines de lucro incluida. Recordamos que llegaron más de 20 equipos del mismo estilo a los otros ambulatorios. Hace más de 8 o 9 años, según palabras de los técnicos que reparan nuestro equipo, dejó de funcionar el último de aquellos 20. Lamentablemente, sólo el nuestro sigue en pie, y luego de 116.847 estudios de rayos X  en sus primeros 15 años, está de nuevo instalado para seguir funcionando.

Caso similar ocurrió con nuestro primer equipo de tomografía. Hoy, luego de 11 años 4 meses de servicio, desinstalado no por mal estado sino por el deseo de actualizarnos tecnológicamente. Igualmente, financiamiento público, 62.353 estudios de tomografía realizados, de los cuales en los últimos años más de una cuarta parte han sido niños con cáncer referidos del Hospital de Niños J.M De Los Ríos con apoyo de la Fundación Amigos del Niño con Cáncer y la Fundación Tattar.

Santa Inés se define como servicio público de gestión privada. Servicio público por lo que hacemos, servicio público en función de nuestros usuarios y nuestra misión. Pero entendemos lo público no como eso que no es de nadie y nadie cuida, sino por el contrario eso que es nuestro y es de todos y con más responsabilidad cuidamos y ponemos a producir. Nuestro modelo de gestión apunta a ser accesibles a nuestros pacientes pero sostenibles en el tiempo y en esa combinación entran un sinnúmero de actores. Actores como los mencionados de financiamientos pasados. Y actores de la empresa privada que a lo largo de los últimos años han sido clave para el crecimiento en servicios y equipos. Ojalá en un futuro podamos contar con unos y otros, aportando cada quien sus talentos desde la acera que le toca jugar en la construcción del país que deseamos.

Luego de esta introducción, me enfoco en lo que quiero resaltar hoy. Y hoy vine a hablar de agradecimiento. Hace ya varios años cuando en un taller realizado en Los Teques con nuestros empleados y médicos pulíamos conjuntamente los valores institucionales, definimos el agradecimiento como el quinto pilar de nuestra filosofía institucional. Luego, el Dr. Carlos Eduardo Paradisi, más filósofo que médico para ese entonces, definía este valor como el "sentimiento de gratitud y aprecio hacia las circunstancias y personas que justifican nuestra entrega y dedicación". Hoy, es un día para manifestar ese sentimiento.

Muchos de los presentes que nos han acompañado a lo largo de nuestra trayectoria podrán pensar que vengo con un discurso parecido a situaciones anteriores. Y tienen razón. Creemos firmemente más en valores que en normas, más en valores que en esquemas rígidos o reglas para todo. Creemos firmemente que en toda Venezuela hace mucha más falta la práctica de valores que la creación de más leyes. Y la única forma de fortalecer los valores es poniéndolos en práctica día a día. Así que hoy, mientras nuestro Centro de Salud sigue abierto orientado por nuestros otros 4 valores: el Servicio, la Solidaridad, la Responsabilidad y la Honestidad; aprovechamos este momento especial para poner en práctica nuestro Agradecimiento.

En primer lugar, agradecemos a Papá Dios por hacernos útiles, por poner en nuestras manos la oportunidad de trabajar en una área clave y cónsona con las necesidades de nuestro país y por permitirnos, muy particularmente en estos momentos, seguir construyendo en una Venezuela que parece ir, dolorosamente, en sentido contrario.


En segundo lugar agradecemos a nuestra gente, a nuestros pacientes, nuestra razón de ser. Y a nuestros colaboradores internos: médicos, profesionales del área de la salud, enfermeras, personal de mantenimiento, administrativo y asistencial. Hombres y mujeres que día a día demuestran que, pese a las dificultades, la dignidad del ser humano, tal como nos lo inculcara el P. Luis Azagra hace ya más de 15 años, sigue siendo el eje de este proyecto llamado Santa Inés. Hago un especial agradecimiento a las tres mujeres que me acompañan en la gerencia diaria del Centro, quienes a lo largo de los últimos meses, además de sus ya múltiples responsabilidades, han sido gerentes de obra, especialistas en protección radiológica, negociadoras de alto calibre, diseñadoras de interiores y pare usted de contar.


Pero hoy muy especialmente realizamos este acto para agradecer a personas e instituciones que sin estar aquí día a día han creído en nosotros y en nuestro trabajo. Hoy queremos mostrar los primeros frutos producto de algo que ustedes sembraron a lo largo de estos últimos meses e incluso años: “confianza”. Si un elemento consideramos constante en todas las donaciones que hemos recibido para tener hoy este maravilloso servicio, ha sido la confianza depositada en nosotros. Este evento y mostrar lo construido, es un primer paso para retribuir esa confianza. Mantenerlo y poder servir, será nuestro norte para conservarla.

Formalmente, 10 instituciones han colaborado económicamente para remodelar el servicio de manera íntegra, adquirir nuevos equipos de tomografía helicoidal de 16 cortes y mamografía digital 3D, así como un software para todo el manejo administrativo del área y digitalización de todas las imágenes. Hemos realizado una inversión cercana a los 21 millones de bolívares, monto bastante significativo para nosotros; hemos sufrido los costos de una devaluación que afectó el precio de ambos equipos y nos hizo comenzar el proceso de recaudación casi de cero, sufrimos, como todo el país, los embates de la inflación, la falta de cemento y bloques, la escasez de plomo para proteger las paredes de la radiación y un largo etc. Lo que nunca escaseó fue el ánimo de seguir adelante y el compromiso por concluir. Hoy, nuestro tomógrafo está 100% financiado y pagado, el mamógrafo 72% de recursos levantados, 100% pagado al proveedor; el software en proceso de configuración y plazos convenidos para pagarlo. En total, para la obra y los equipos hemos podido levantar el 53% de los recursos y apalancar el restante para tener desde hace un mes el servicio abierto al público.


Son 10 instituciones a las cuales queremos decirles GRACIAS y dedicarles un par de palabras esta mañana.

AVON Cosmetics de Venezuela: dedicada internacionalmente a la lucha contra el cáncer de seno como acción de RSE y que luego de un par de proyectos maravillosos para realizar mamografías a las mujeres de nuestras parroquias vecinas, decidieron darnos el empuje inicial para la adquisición de nuestro mamógrafo. Ese donativo fue clave para decidirnos a dar el salto. Esperamos seguir contando con ustedes. Mil gracias!

A.C. Eva Jerums Heufer: (hoy nos acompaña el P. Armando Janssen, quien preside la A.C). Ya van varios años, varios donativos que se convierten en una gotera permanente de solidaridad. De un encuentro con un profesor de la UCAB (el Dr. Andrés Mezgravis) a raíz del conocimiento de nuestra campaña Amigo Solidario, este apoyo recurrente ha dado frutos aquí, así como lo hizo en nuestro laboratorio en Petare. Mil gracias por ver en nosotros a un aliado en el cumplimiento de su misión.

Embutidos Movilla C.A.: No pudimos imaginar lo provechosa que podía ser una visita a Guarenas a una planta de embutidos, luego de una larga cola siguiendo un entierro de motorizados. Gracias Rafael por creer personalmente en Amigo Solidario desde ese día y luego por comprometer a tu familia y empresa en este proyecto. Gracias por transmitir a otros lo que hacemos, por querer sumar e involucrar a más. Mil gracias.    

Inversen C.A. (Legado Sr. Frank Senior): Más que la empresa, realmente tramitaron un deseo personal. El legado del Sr. Frank Senior, quien a su muerte dispuso de unos recursos para algunas organizaciones sin fines de lucro. Agradecemos a Ceci Baldó por pensar en nosotros como opción y a Ana María Senior y Annabella Cupello quienes canalizaron el donativo cumpliendo así el deseo de su tío. Esperamos que desde el cielo, su tío hoy pueda sentirse satisfecho.

Fundación Banco Mercantil: una relación de larga data al servicio del Centro de Salud Santa Inés y de toda la Universidad Católica. Da mucho gusto cuando nos llaman espontáneamente a decirnos que tenemos un nuevo donativo. Hace unos 4 años hablaba con el Dr. Gustavo Vollmer (padre) de esa particular manera del Banco de transmitir confianza y me explicaba que ese era el principio fundamental en el cual creía, tanto para el que da como para el que recibe. Hoy también, el Dr. Vollmer debe estar contento recién llegado allá arriba. Gracias por sumar siempre y saber que contamos con ustedes. Mil gracias Alfieri y directiva del Banco y su Fundación.

Anónimos: Este proyecto contó con dos organizaciones que pidieron mantener sus aportes bajo perfil. Y más que las organizaciones son las personas que la representan, donde nuevamente la confianza fue el valor destacado de estos encuentros. Por si fuera poco, y después de aportes generosos por parte de ambas instituciones, tocamos la puerta nuevamente en momentos en que la inflación había disparado todo y la liquidez había mermado. Y respondieron más generosos aún, dándonos una tranquilidad total en el momento más crítico de la obra. Mil gracias!

Guinand 2002 Ingenieros y Asociados: Más allá del aporte puntual para esta obra que planteó a su empresa Luis Guinand y lo cual le agradezco y me emociona ampliamente, hago un pequeño paréntesis un tanto personal. No estaría aquí haciendo lo que hago y liderando una organización para atender con dignidad a los venezolanos con menos oportunidades, de no haber sido por el ejemplo y modelaje de la familia que tengo la bendición de tener. A mis papás y tíos aquí presentes mil gracias por transmitir el amor por este país, el valor del trabajo honesto, por ser Amigos Solidarios y creer en nuestro trabajo como vía de oportunidades para la transformación de Venezuela. Mil gracias!

Fundación Empresas Polar: Ya son unos cuantos proyectos conjuntos. Y así como otros de nuestros colaboradores ya mencionados, sabemos que también apoyan a muchas otras organizaciones para fortalecer la sociedad civil venezolana. Gracias Sra. Mendoza, Lorenzo, Alicia, Laura, Graciela y todo el equipo por creer en nosotros, por el aporte decidido para la adquisición de nuestro nuevo tomógrafo. Pero sobretodo gracias por transmitir que más que Responsabilidad Social Empresarial, es compromiso con Venezuela. Su mensaje de apostar por este país y pensar en largo plazo no solo es compartido por nosotros sino que anima a muchos a seguir adelante. Mil gracias por acompañarnos.

Meditron C.A.: Toda la arquitectura para la remodelación, redistribución de espacios, gerencia formal de la obra, selección y seguimiento a los contratistas fue asumido por Meditron como aporte especial al proyecto. A Antonio Orlando, Giannina Pirronello y todo su equipo mil gracias, así como a cada uno de los contratistas que nos acompañaron. Hoy, asumimos también conjuntamente un compromiso mutuo por mantener estos equipos en el mejor estado para ofrecer nuestros servicios con diligencia y calidad. Mil gracias por lo alcanzado, pero sobretodo por lo que está por venir.

A todos ustedes nuestra más sincera manifestación de ese agradecimiento que tenemos como valor orientador. Hoy, en nuestro servicio, quedará plasmado nuestro reconocimiento tanto a ustedes como a todos aquellos que han apoyado esa área desde nuestra fundación.

A lo largo de estas palabras me han oído hablar de Amigo Solidario. Es nuestra propuesta que trasciende a la empresa y llega a la persona. Es nuestra campaña dirigida a todo venezolano que pueda dar un poquito, para aquel que no le alcanza para pagar lo que aquí cobramos. Es gente que ayuda a gente para que nadie se nos vaya por falta de recursos. Es una cadena de solidaridad orientada a la responsabilidad que tenemos como venezolanos de sacar este país adelante independientemente del precio del barril de petróleo.

Y hablo de Amigo Solidario en un evento como hoy, pues a raíz de la puesta en marcha del servicio, ya empiezan a migrar al mismo, personas referidas de los hospitales y de los lugares más recónditos de Venezuela buscando una opción. Sabemos que no sustituimos el rol del Estado, estamos para ayudar. Y en nuestro pedacito queremos hacerlo bien y queremos involucrar a quien vea esta opción como una alternativa.

La semana pasada atendí en mi oficina a una mujer, que asistida por unas hermanas está saliendo de la prostitución, luego llegó una desplazada del conflicto armado colombiano buscando también apoyo. Al salir al pasillo pude conocer a unas monjas que a pesar de venir lejos, ven en Santa Inés su alternativa. También conversé con una de tantas mamás de niños y niñas referidos del Hospital de Niños, quienes comparten, esperanzadas, la evolución de sus hijos. Hablé con una señora que viene de la Guajira, así como he encontrado en los pasillos a gente de Güiria, San Félix, Puerto Ayacucho o Carúpano; y por supuesto una gran mayoría de Antímano, La Vega, Caricuao y Macarao. Pero también aquí atendemos a jesuitas, empleados, estudiantes y profesores universitarios, vecinos de clase media para quienes ahora somos su centro de salud. En fin, se ha conjugado aquí una verdadera muestra de Venezuela.

Lo reseño, pues es a ellos a quienes realmente ustedes están apoyando. Solo ver la cara de una de estas personas agradecidas y es saber que el día valió la pena. Con su apoyo seguiremos sumando, muchas más empresas, muchos más Amigos Solidarios.

Y cierro con palabras del Padre Azagra, fundador de este Parque Social, cuando finalizó su discurso de conferimiento del Doctorado Honoris Causa: “Si, como dice San Juan, el modo más auténtico de amar a Dios es amar al prójimo; el mejor modo de dar gracias a Dios será también dar las gracias a todos ustedes”.

Muchísimas gracias.     

Bernardo Guinand Ayala
05 de noviembre de 2014

domingo, 12 de octubre de 2014

Desesperanza y redes

Últimamente había estado bastante esperanzado. Y como dicen algunos autores, la esperanza no se basa en la capacidad de predecir el futuro, ni saber lo que realmente va a suceder. Es una fuerza que viene de adentro y aunque objetivamente el panorama no luzca ni claro, ni alentador, dicha fuerza es algo que se mueve por sí misma y sigue empujando hacia adelante. He llegado a pensar que es un mecanismo de autodefensa que me convence de que estoy haciendo lo que tengo que hacer. 

Pero esta última semana ciertamente ese impulso ha bajado y varias circunstancias me han hecho perder algo de esa energía. Es algo a lo que nos hemos venido acostumbrando los venezolanos, esta especie de montaña rusa constante de emociones. Cierro la semana en la bajada y escribo estas líneas para manifestarlo, aún sabiendo que mis razones son eminentemente personales y subjetivas.

Esta semana volví a confirmar una percepción que tengo desde hace tiempo con respecto al comportamiento de las personas en redes sociales. Sé que el tema suena algo banal y que evidentemente no tengo base científica para confirmar lo que he observado, pero lo comparto como parte de mis preocupaciones sobre la sociedad que somos o deseamos ser. Cada vez que en mis redes, ya sea Twitter, Facebook o Instagram publico algún comentario o foto sobre el tema político y sobretodo si ese comentario es algo visceral y antigubernamental, hay una alta probabilidad de que sea retuiteado o "likeado" inclusive por algún importante miembro de esas redes, de lo cual se generan nuevos RT y probablemente gane algunos cuantos seguidores. Hasta aquí la cosa me parece que va bien, es algo totalmente normal y es parte de la dinámica convencional en el uso de estas fabulosas vías de comunicación.
Sin embargo, por el contrario, he confirmado que cuando escribo algún tema que esté relacionado con las palabras: trabajo, esperanza, solidaridad, compromiso, Amigo Solidario; la tasa de RT o de "likes" es mínima o nula e inclusive en esos momentos pierdo los seguidores que con la verborrea política había ganado. 

Por supuesto que quien esté leyendo esto se hará mil hipótesis en este momento, muchas de las cuales también me he hecho: no debo ser un buen comunicador, no tengo evidencias claras, es comprensible con la polarización que vivimos, etc, etc, etc. Es cierto, pero lo que relato me ha pasado tantas veces que no deja de sorprenderme. Y me espicha y desilusiona cada vez. 

Siento que estamos tan mal como país, que queremos que termine de destruirse para dar un viraje. No queremos ver ni saber de buenas noticias, pues parecen un retroceso a nuestra intención de que termine de caer el gobierno. Y lo peor, hablamos, opinamos, damos las mejores sugerencias por vías digitales, pero poco nos comprometemos con el cambio. Esperamos líderes, reclamamos las erradas acciones de la oposición, convertimos de la noche a la mañana a nuestros héroes en cobardes porque las cosas no salieron como queríamos y aún así no nos damos cuenta que somos nosotros como sociedad los que debemos cambiar y sólo así la política cambiará. Ya lo decía Havel al analizar los eventos de la Primavera de Praga: "Una cosa sin embargo parece clara: el intento de una reforma política no fue la causa del despertar de la sociedad, sino su resultado último".

Al escribir estas líneas corro un riesgo pues me siento como el cura que en la misa del domingo reclama a los presentes que ahora la gente no va a misa. Y a nadie le gusta el cura regañón. Sin duda quien lea esto, será de los más identificado con mi punto de vista, pero es necesario hacer más ruido y saber que el destino de Venezuela depende cada vez más de nosotros. Cada día siento más el mal que nos ha hecho el petróleo, no sólo porque convirtió a los gobiernos en autosuficientes y autónomos de la sociedad que les debería - en condiciones normales - mantener, sino porque convirtió a los ciudadanos en personas conformistas que se excusan de todo con el petróleo: que si este gobierno no lo sembró bien, que si deberíamos repartirnos las utilidades y asignarnos las acciones, que si el petróleo esto o aquello. Mi núcleo familiar se sustenta de una actividad, que aún sin fines de lucro, da un servicio en salud a la colectividad y se autofinancia. Producimos algo tangible y de eso vivimos. No nos llega ni una gota de petróleo, gracias a Dios, pues eso nos ha hecho más comprometidos y competitivos. Y así, las otras 130 personas que trabajan conmigo. Y así, la gran mayoría de la sociedad venezolana.

Mucha gente me manifiesta su aliento por el trabajo que desempeño, pero nos ha costado un mundo poder convencer a unos pocos para que sean Amigos Solidarios, con todo y que no pedimos millones sino lo relativo a cualquier gasto superfluo mensual que cualquiera de nosotros - privilegiados - hace sin espabilar. Ya eso, salva vidas y acrecienta la esperanza en Santa Inés. 

Por otro lado, mi mayor motivo de desesperanza está en quienes "ni lavan ni prestan la batea", en aquellos que truncan procesos aunque hablan de solidaridad, en aquellos que motivos personales o el temor al riesgo los paraliza y no actúan, cuando el país nos pide actuar de manera decidida. Tengo años pidiendo mandar un solo mensaje de Amigo Solidario por una lista de base de datos de egresados de la UCAB, pero parece que en nuestro país es más importante ofrecer una promoción de celulares que vender solidaridad. Eso me entristece y me hace repensar muchas cosas. A la final, sé que si un día decido marcharme de Venezuela, será más por la gente cercana que se encerró en su status quo y en sus comodidades, que por el malandro o el chavista que piensa distinto a mi. 

Me disculpan lo emocional y directo, pero este rollo no es ni del gobierno, ni del petróleo, ni de Maduro. Cuando sea nuestro, empezaremos a cambiar. Y lo que hacemos no son dádivas para unos pobres que no quieren trabajar. En este país la gente merece ser tratada con dignidad. Y es para eso que una y otra vez animo a que se den el gusto de ayudar, así como reconozco que hay que evaluar las maneras como pretendemos transmitirlo para convencer, pues no lo hemos logrado en las dimensiones deseadas. Por cierto, espero no ser contraproducente con este post.

En fin, la desesperanza llegó esta semana disfrazada de apatía de unos e inacción de otros llamados a actuar. Pero no dudo que mi esperanza vuelva a surgir pronto con tan sólo ver el rostro o conocer la historia de algún otro venezolano que extendamos la mano con dignidad. 

sábado, 13 de septiembre de 2014

Esperanza y verdad

Esperanza y verdad
Discurso por los 15 años del Centro de Salud Santa Inés UCAB


Apreciados colaboradores, directivos y familiares del Centro de Salud Santa Inés UCAB:

Santa Inés llega a estos 15 años en tiempos turbulentos (muy turbulentos diría yo), aunque si recorremos nuestra historia, no hemos dejado nunca de estar en tiempos turbulentos. Y eso no nos ha frenado para construir lo que hoy vemos que hemos construido. Y no hemos construido sólo edificios, laboratorios, servicios, programas; hemos construido solidaridad y esperanza. Solidaridad y esperanza en un país que parece perderlas a ambas. Y lo hemos hecho nosotros, y lo hemos hecho JUNTOS.

Hoy quise escribir lo que quería decir para evitar el riesgo de encadenarme, pues todos queremos y deseamos más acciones que palabras. Y en ese esfuerzo de síntesis para definir de alguna manera lo que han representado estos 15 años, se me perfilaron dos palabras: justamente una que mencioné antes, ESPERANZA, y VERDAD.

Santa Inés es sin duda una señal de esperanza para nuestro país, una señal de esperanza para quienes día a día ven en nuestras manos una alternativa para su salud y su dignidad, y muy especialmente una señal de esperanza para quienes continuamos aquí. Para quienes viendo lo que somos capaces de edificar, no desfallecemos y seguimos soñando. Soñando y haciendo. Haciendo y volviendo a soñar. Fechas como las que hoy conmemoramos son espacios para evaluar, para reflexionar; pero también para celebrar esos sueños que se concretaron y que hoy hacen que podamos ser una institución reconocida por su prestigio.

Esperanza no quiere decir que no reconozcamos los problemas que tenemos, las dificultades, las angustias tanto institucionales como personales en cuanto a los inconvenientes económicos y de inseguridad que nos afectan día a día. Esperanza es que aún sintiéndonos frágiles seguimos adelante. Esperanza es afrontar el temor de ese duro dicho que reza: "lo que se construye con las manos, se destruye con los pies" y aún así, seguir poniendo nuestras manos para construir.

Somos un pedacito minúsculo de toda Venezuela, pero existiendo e impactado en lo que nos compete, somos ESPERANZA para toda Venezuela.

Pero Santa Inés también es VERDAD. Les confieso que procuro usar esa palabra con enorme precaución, pues siempre he percibido que suele usarse con mucha ligereza y cierto grado de prepotencia. La traigo a colación por la necesidad que tenemos como venezolanos de vivir en la verdad. Tomo la idea de un libro que me he estado leyendo de quien fuera un dramaturgo checoeslovaco y luego líder del cambio que dio su país desde 1989, Václav Havel. Escribió ese pequeño libro titulado "El poder de los sin poder" estando en la cárcel e hizo constantes críticas sobre los regímenes que viven de mentira en mentira, tapando una con otra como en un círculo vicioso interminable. Algo parecido a la Venezuela que vivimos hoy. Allí transmitió, que los ciudadanos comunes y corrientes, sin la necesidad de ser genios (sin necesidad de tener "poder" y de allí el nombre del libro) podían generar cambios con su particular voluntad de "vivir en la verdad”. Y allí radica el poder, de los sin poder.  

Yo creo de corazón que en Santa Inés como conjunto hemos vivido de verdad y hemos vivido en la verdad. Nada hay más contundente que nuestra historia juntos. Nuestras cifras, las historias de vida que hay detrás de cada paciente atendido, nuestro impacto, nuestro continuo caminar adelante a pesar de las adversidades y de nuestras diferencias individuales. Nada ha sido obra de una campaña comunicacional ni de una estrategia promocional. Ha sido el esfuerzo de quienes nos precedieron, de quienes pasaron por aquí y dejaron su huella y de los que estamos hoy aquí, con familia incluida como parte de ese gran logro.

Hoy nuestros 15 años transmiten una verdad.
Una verdad como que el 35% de los habitantes de las parroquias de Antímano, La Vega, Caricuao, Macarao y El Paraíso saben de nosotros o vienen a nosotros.
Hoy nuestros 15 años transmiten una verdad, así como:
las 472.993 consultas realizadas
las 66.334 sesiones de rehabilitación
los 282.969 pacientes servidos en laboratorio
los 313.999 estudios de diagnóstico por imágenes
los 65.300 procedimientos realizados en nuestros consultorios
los 20.110 estudios de exploraciones cardiovasculares
o los 100.096 diversos servicios generales dados en nuestro centro.

En fin, 1.321.801 servicios prestados desde el 13 de septiembre de 1999 cuando abrimos esas puertas, hasta ayer 12 de septiembre de 2014. Así como el empuje decidido para la creación de Avessoc, los programas de promoción de estilos de vida saludable, los adolescentes que hoy ven aquí una alternativa en salud sexual y reproductiva, la campaña Amigo Solidario que nos hace llegar a quienes queremos llegar. Y podemos seguir contando.

Nos toca decir la verdad, con obras, con trabajo. Y no con esto decimos que todo ha sido color de rosa. Somos parte de este país, con sus virtudes y sus defectos, con sus altas y sus bajas, con sus días soleados y también con los lluviosos. Pero por encima de toda adversidad, en nuestros 15 años hemos trabajado en la verdad para todos y hemos construido esperanza para todos.

La mayor celebración que podemos hacer es seguir apostando al futuro. Es la mejor manera de rendir homenaje a aquellos que hoy no están entre nosotros pero dejaron su sello: el Padre Azagra, el Doctor Paradisi, Flor Torcat, Zailé Noa, Lenny García. También muchos otros que decidieron su futuro profesional en otros horizontes, pero que dejaron su impronta. Particular mención hago de María Matilde Zubillaga quien dejó unos cimientos sólidos para lo que es hoy Santa Inés y a quien pedimos particularmente a Papá Dios por su salud; así como de Pari, una santa de carne y hueso que tuvimos el privilegio de conocer, quien vió que su futuro estaba en otras fronteras pero que recordamos día a día su capacidad de escuchar y servir al prójimo.

Miremos hacia adelante. Santa Inés quiere seguir construyendo edificios, servicios y programas, así como esperanza, solidaridad y verdad. Azagra siempre nos invitó a soñar. No podría yo transmitir algo distinto. Sigamos soñando y gracias a todos ustedes por hacer de esos sueños una realidad para Venezuela. Muchas gracias!


Bernardo Guinand Ayala
13 de septiembre de 2014

viernes, 5 de septiembre de 2014

Si no nosotros ¿quién?

Al empezar a escribir este post sólo tengo algo claro. Se que mi punto de vista no es único, no es el que es, no es toda la verdad. Habrá muchos que piensen igual. Otros que piensen totalmente distinto. Tampoco mi realidad es igual a la de todos y esa realidad de cada quien hace que cada quien tome una decisión, comprensible y a veces muy dura. Digo todo esto pues siento la necesidad de escribir de Venezuela y sobre esa decisión tan propia de quedarnos o no. 

Más allá de criticar un punto de vista o defender otro, manifiesto en estas líneas mi preocupación, mis angustias. Creo que todos tenemos razón. Razón tiene quién decide irse buscando oportunidades, seguridad, paz, desarrollo, bienestar para sus hijos.  Razón tiene quien se queda manteniendo familia y amistades, apostando y trabajando para que Venezuela de un giro, valorando las cosas buenas de nuestro país aún dentro de las adversidades. 

Como muchas familias venezolanas de hoy, de mis hermanos la mitad vive fuera y la otra mitad vivimos en Venezuela. Algo parecido sucede si extiendo mi familia a primos. Por lo cual procuro escribir tomando eso en cuenta como una realidad muy cercana, como una realidad muy "real", si tal redundancia fuese aceptable. 

Tengo aún pocos días de haber llegado de vacaciones y cada viaje al exterior hace que el regreso nos pegue con más contundencia. Sólo subir la Caracas-La Guaira hace que uno retroceda unos 30 años y se repita una y otra vez: ¿Qué coño nos pasó? Luego de pasar algunos días 'en desarrollo', se hace difícil entender cómo se puede seguir pensando en comunas, socialismo del siglo XXI o batallones de quién sabe que carajo. No se si peor o mejor, durante mis vacaciones no se me ocurrió mejor cosa que leer "El poder de los sin poder" de Vaclav Havel (http://es.m.wikipedia.org/wiki/Václav_Havel) y ver como repetimos una historia llena de fracasos, de modelos basados en la mentira, la cual no logra sino fabricar otra mentira para tapar la anterior. Esto me hace pensar que la falta de conocimiento de la historia nos condena a repetir los errores más absurdos del pasado. Y esa es la Venezuela que nos tocó transitar.

Este último viaje tuvo muchos elementos que me hicieron pensar en irse o quedarse. Nunca me habían vendido tan tajante una opción por irme del país como en una conversación con mi prima Nelly en su casa en Miami, que aunque me hacía medio el musiú mientras me hablaba, iba captando cada una de sus razones para salir de este berenjenal llamado Venezuela. Más o menos los mismos puntos los leí en un mensaje de Facebook de un amigo mío justo al llegar: "La Venezuela que soñamos, que nos enseñaron a querer, que defendemos... ya no existe". Eso que defendemos y queremos recuperar, es hoy una utopía. La verdad que el golpe es duro, y probablemente es así, pero ¿cómo desarraigar un sentimiento tan profundo?

Inclusive, Nelly me llegó a sugerir que hoy en día se podría ayudar más a Venezuela desde afuera. Ya que yo, al igual que ella, nos hemos dedicado al financiamiento de las organizaciones de la sociedad civil, pues probablemente estando afuera se pueda recaudar más fondos para Venezuela. Pero allí, justo allí, fue cuando me surgieron las mayores interrogantes al respecto. Si todos nos vamos, podremos levantar plata para Venezuela, pero ¿quién administra esos reales? ¿quién hace que rindan? ¿quién les da el valor que tienen? ¿quién ofrece bienes, servicios de calidad para todos los venezolanos? ¿quién es capaz de generar modelos de servicios de calidad para la gente? ¿quién? ¿quién? ¿quién?

Si no nosotros ¿quién?

Si no aquellos que hemos tenido el privilegio de visitar otros países y ver que podemos estar mejor ¿quién? Si no aquellos que les duele Venezuela ¿quién?

Tengo unos hijos preciosos a quienes quisiera abrirles las puertas del mundo y que vivan felices, que puedan codearse con quien se lo propongan; pero esta realidad de país hace que sienta que mi labor sigue estando aquí. Suena romántico y probablemente con los pies fuera de la tierra, pero aún hoy, aún después de ver la calidad de vida de mis hermanos y primos que viven fuera, siento que sigo siendo más útil en Venezuela.

Reiterando mi comprensión por quienes han optado abrirse camino fuera de esta hostil Venezuela, en la historia he visto un par de modelos sobre el avance de los regímenes totalitarios, como el que hoy nos gobierna. Podemos ver Cuba y bajo esa premisa sin duda hay que correr. Podemos ver muchos países de Europa Oriental, como el caso de la Checoslovaquia de Vaclav Havel y tener esperanza. Hay muchos elementos que evaluar, pero sin duda, un caso destacado en el desenlace tuvo que ver con su gente. Muchos de la clase pudiente cubana se fueron y no quedó en la isla quien pudiese consolidar una disidencia u oposición. En Checoslovaquia, más que políticos, una disidencia formada por gente de la artes - como el propio Havel- empezaron a exigir una "vida en la verdad" en contraposición a la continua mentira en que se ven atrapados los gobiernos pseudo-socialistas. Ello, después de muchos años, derivó en la Revolución de Terciopelo y en la posterior transformación de dicho país. No fue fácil, no duró poco, pero hoy la historia nos dice que valió la pena. 

Hoy me topé con una joven recién graduada de la UCAB que hizo su tesis con nosotros y a quien ofrecimos trabajo, y nos manifestó que se iba próximamente a Panamá. Y me pegó! Estando de viaje, mi cuñado - quien también vive afuera - nos invitó un día a su casa pues se reuniría con varios de sus amigos del Colegio San Ignacio que también viven fuera. Eran como 5 amigos con sus familias, esos 5 amigos que sin duda hoy serían los empresarios o gerentes de instituciones importantes en Venezuela. Y me pegó! Dos de las psicólogas que trabajan con nosotros en nuestros programas de atención de adolescentes y promoción de estilos de vida saludables también se van. Sus argumentos, totalmente comprensibles....pero igual, me pegó! Así puedo seguir, y comprendo cada caso, pero mi angustia se mantiene: Si no nosotros ¿quién? 

Pues también tengo una realidad en la otra mano. Mientras estuve de vacaciones mi equipo de trabajo avanzó decididamente para poder re-inaugurar próximamente el servicio de diagnóstico por imágenes del Centro de Salud Santa Inés UCAB con una inversión importantísima. Allí está, tangible, a la vista de quién lo quiera constatar. Hoy también tuve un par de reuniones, una con el sector privado y otra con el sector público para establecer alianzas. Sigue existiendo gente que apuesta. No todo está perdido, no todos nos hemos ido, y aunque Venezuela posiblemente ya es otra, nunca se ha dicho que no podamos construir una mejor. Que tomará años, sin duda. Que costará Dios y su ayuda, sin duda. Que debemos pedir a Dios que nos proteja de la inseguridad, la inflación, la escasez, la desesperanza... sin duda. Pero, si no nosotros ¿quién?


lunes, 11 de agosto de 2014

Otra de casualidades

Hace ya unos cuantos años, en su época universitaria en la USB, Elisa mi hermana tuvo un novio con el cual duró un buen tiempo. Fue uno de esos novios que supo ganarse a la familia y que por su espíritu aventurero y los planes que cuadraban constantemente, nos tocó viajar y compartir muchas experiencias juntos. Su nombre, Adriano Sorci, evidentemente descendiente de italianos, de esas típicas familias que llegaron para echarle pichón a trabajar en este país. 

Como puede suceder con todo noviazgo, aquella relación terminó después de varios años, aún cuando todos los demás nos habíamos encariñado bastante con Adriano. El tiempo siguió, cada quién agarró su camino, pero la amistad mutua quedó allí.

Algún tiempo después, una noche ya acostado en mi cama a punto de dormir, José Antonio – mi hermano menor – entró en el cuarto dándome un mensaje algo confuso. Acababa de oír por radio que un familiar de Adriano Sorci necesitaba donantes de sangre. En ese momento no sabíamos si era para él o para su mamá, si era algo planificado o un accidente, en fin todas esas conjeturas que uno hace cuando no tiene toda la información a la mano. Por el programa de radio que oía, relacionado con cosas de aventura, coincidimos en que efectivamente se trataba de Adriano, pues a él siempre le gustó esa actividad y de allí supusimos su cercanía con el conductor o productor del programa.

José Antonio debía tener unos 18 años en ese momento pues nunca había donado sangre, pero rápidamente me dijo: “creo que habrá que ir mañana a la clínica”. En la casa, por tradición alentada fervorosamente por mi papá, así como nos animó a trabajar siempre en mesas electorales a partir de la mayoría de edad, de igual manera nos encaminó a ser donantes de sangre. Adicionalmente, tanto mi papá como varios de nosotros somos O Rh negativo, conocidos como donantes universales, lo cual significa que podemos darle nuestra sangre a cualquier otra persona sea cual sea su tipo, pero sólo recibir sangre de otros O-. Entiendo que somos algo así como el 7% de la población y eso hace nuestra sangre muy preciada, lo cual Jose constató al día siguiente cuando le confirmaron que también era O- y, al igual que a mi, le solicitaron darle una “exprimidita” extra para aprovechar tan buen material.


Al día siguiente estábamos temprano en la Clínica El Ávila, siguiendo las directrices del mensaje en radio. Para quien no ha donado sangre, el proceso es sencillo y no es doloroso, pero siempre da su “culillito” y no es tampoco agradable que lo estén pinchando a uno. Jose estaba aún más asustado pues era su día de iniciación en tales prácticas. Al terminar de donar y tomarnos el respectivo juguito, nos dieron las tarjetas que acreditan que uno ha donado sangre y también la tarjeta para entregar a los familiares como constancia que han recibido en su cuenta del banco “de sangre” unos nuevos activos “líquidos”. Como teníamos tiempo sin ver a Adriano y a su familia – a la cual Jose y yo por ser los hermanos menores de Elisa conocíamos menos – decidimos pasar por la habitación ahora conociendo que efectivamente su mamá era la paciente. 

Entramos tímidamente en la habitación y estaba la señora acostada en su cama con unos cuantos familiares a su alrededor. Adriano no se veía entre los presentes. Estuvimos un rato hablando de como se sentía, que acabábamos de donar sangre y le dijimos que veníamos por parte de Adriano pues habíamos oído el mensaje en radio, lo cual generó buenos comentarios entre los presentes por lo efectivo de Adriano y sus amistades. Luego nos preguntaron cual era nuestra relación con Adriano y explicamos que nosotros éramos hermanos de Elizabeth Guinand. Nuestra sorpresa fue ver la cara de extrañeza en el rostro de esa familia ante el nombre de mi hermana. “¿Elizabeth Guinand? ¿Esa es una amiga de Adriano?”. Todos se veían la cara sin tener idea de quien estábamos hablando. Me dio como impotencia pues Elisa no es precisamente de esas personas – mucho menos una novia – que pasa desapercibida. Segundos después caí en cuenta de la situación y fuimos cortando poco a poco la conversa, hasta despedirnos gentilmente.

Ya afuera en el pasillo, Jose se voltea y me dice aún con tono inocentón: “¿Cómo es posible que no se  acuerden de Elisa? Pareciera que esta no es la misma gente”. A lo cual le respondí: “Claro que no es la misma gente. Acabamos de donarle sangre a la mamá de otro Adriano Sorci”. 

Yo entiendo que en el mundo hay muchos nombres repetidos, pero ¿Adriano Sorci? ¿Dos Adriano Sorci en Caracas? Cuando en la vida pudimos imaginar que un nombre tan particular y tan italiano pudiese toparse dos veces en nuestro camino. 

La verdad es que este cuento y casualidad pudiese quedar aquí y ya es bastante impresionante. De hecho, tiempo después nos hemos vuelto a topar con Adriano Sorci - el nuestro – y hemos compartido esta anécdota entre risas e impresión. Se volvió de hecho en un cuento recurrente cuando hablamos de casualidades, de recuerdos, de cómo donar sangre es siempre un acto realmente voluntario.

Lo cierto es que el cuento no llegó sólo hasta allí. Hace menos de un año, en un festival de videos de deportes de aventura me encontré nuevamente con Adriano. Nos pusimos al día, conversamos un rato y justo antes de entrar al auditorio se detiene y me dice: “¿Sabes que lo del otro Adriano no quedó sólo allí?”. Y entonces comenzó la otra parte de esta anécdota.

Me contó que había estado viajando bastante a Calabozo en el Estado Guárico, pues estaba en la búsqueda de una tierritas por allá. En una de esas visitas y en vísperas de su aniversario de matrimonio vio en una ferretería de Calabozo una vieja máquina de hacer raspados, una antigüedad que su esposa siempre había querido tener, así que la fecha venía bien a ver si la compraba de regalo. Cuando se disponía a pagar y el empleado le pide su nombre para la factura, él dice: “Adriano Sorci”, pero el empleado le comenta que es imposible, pues Adriano Sorci es el dueño de la ferretería. Sacó su cédula de identidad y no sólo comprobó su identidad, sino que confirmó con el despachador que ambos se escribían exactamente igual. 



Evidentemente para ese momento, ambos Adrianos Sorci sabían de la existencia del otro pero no se conocían. Ese día tampoco estaba “el otro”, sin embargo “el nuestro” si pudo conocer a su hermano, así como a su esposa e hijo. Echaron broma un buen rato, compartieron anécdotas a raíz de la diversas confusiones que ambos han tenido a lo largo de los años y la coincidencia de llegar ese día a tal ferretería.

Al despedirse y cuando ya casi se iba, la esposa del otro Adriano Sorci le dijo en tono serio: “Por cierto, tanto Adriano como mi suegra te estarán eternamente agradecidos por enviar esas dos almas caritativas que llegaron a donarle sangre hace ya muchos años”. 

En fin, hacer el bien siempre trae recompensas, agradecimientos muy particulares y anécdotas maravillosas para disfrutar la vida.