¡Corre o encarámate! 3 claves para la sostenibilidad en la Venezuela de hoy
Bernardo Guinand Ayala*
En la gestión de las
organizaciones de la sociedad civil (OSC), muy particularmente en Venezuela,
buscamos fórmulas mágicas para nuestro financiamiento. Queremos resolver todos
los desafíos sociales que tiene el país, pero ansiamos que los recursos lleguen
como el maná caído desde el cielo.
Lamento decepcionarte porque
aquí no vas a encontrar esa fórmula mágica, de hecho, en ningún lugar la
encontrarás sino con mucho trabajo y disciplina. Lo que si te espera es un
verdadero sacudón porque ¡o corres o te encaramas! Si no has apuntado a estas
tres claves, puede que tu organización esté en riesgo. Y no es amarillismo, sino
que la competencia es mayor, los recursos son cada vez más escasos y las
fórmulas del pasado que movían el motor de las organizaciones en Venezuela ahora
no son suficientes.
Alianzas: ¡Si, lo sé! Suena a cliché y 100% obvio. Quién dentro de
su discurso no habla de trabajar en alianzas, pero ¿realmente las alianzas que tienes
suman al propósito de todos los aliados? o ¿eres de los que busca aliados sólo por
el dinero?
Las alianzas verdaderas
deben sumar valor a todas sus partes, sin desviar la atención de la misión de
nuestras organizaciones. Cuando te propones ser el aliado ejecutor de un
programa de una empresa en un lugar del país y en unas áreas que se diferencian
de tu razón de ser ¿estás realmente aliándote con criterio? ¿estás apuntando a
tu misión? o simplemente estás buscando sobrevivir en una Venezuela compleja.
Ojo, no quiero decir que
seamos inflexibles y no podamos adaptar nuestros programas a las posibilidades
de financiamiento que pueda suponer una alianza, pero vale la pena evaluar
realmente con quién, dónde y para qué debemos aliarnos.
Me gusta usar el ejemplo de
los Pequeños Cantores de Caucagüita, porque son tres sus aliados y sin las tres
patas de esa mesa, el programa no existiría. Los tres tienen igual peso y
responsabilidad con la alianza. La Fundación Schola Cantorum dirige la
orquesta, es quien técnicamente sabe cómo dirigir un coro de niños; Fundación
Impronta abre el camino en la comunidad, busca locación, beneficiarios, asegura
que el director llegue a los ensayos; y la Fundación MMG lidera la búsqueda del
financiamiento, mas no exclusivamente porque todos ponen sus recursos. Lo más
importante, las tres organizaciones apuntan a su misión, pues tienen como foco
el desarrollo del talento de niños y jóvenes a través de actividades educativas
y culturales.
Diversificación de las
fuentes de financiamiento: Las OSC
venezolanas se atrincheraron durante décadas en la responsabilidad social de
las empresas y, tras el decrecimiento de la actividad económica que mermó estos
aportes, apelaron por recursos provenientes de la ayuda humanitaria. Esta
última va en estrepitoso descenso y quizás la RSE ha vuelto a dar luces, pero
no para amparar el complejo entramado de las necesidades sociales. Adicionalmente,
es cada vez menor el importe vía RSE que soporta el financiamiento de la
operatividad regular de la OSC.
Es clave, casi urgente, aprender
a diversificar las fuentes de financiamiento como estrategia de salud
institucional. Y no hay que desplegar mil estrategias, pero tampoco depender
exclusivamente de la aprobación de un proyecto una vez por semestre.
Cada organización buscará,
entre sus fortalezas y talentos, cuáles otras vías de financiamiento pueden
sumar a su portafolio. ¿Donantes individuales, grandes donantes, eventos,
fidelización, estrategias digitales, autofinanciamiento profesionalización en grants,
servicios a empresas? Las posibilidades son múltiples, pero todas requieren
profesionalización. La clave está en definir el foco y prepararse.
Este tema ha sido una “sana”
preocupación que hemos tenido en Fundación Impronta y, aún con muchísimo por
aprender y consolidar, nos anima constatar que, año a año, ninguna de las
estrategias supera el 25% del peso del financiamiento.
Involucramiento: ¡Oído al tambor! Ya nadie quiere ser un donante pasivo. Esa
práctica de enviar una carta - física o por mail - apelando a la solidaridad de
un donante para mover su fibra a través de las líneas de tu mensaje, es cosa
del pasado.
Muchos donantes quieren ser
protagonistas de la manera como – juntos – transforman la vida de tus
beneficiarios. Habrá los más racionales – entre ellos las empresas – que
evaluarán el impacto de su aporte y cuánto suma a su marca o reputación, leerán
tu informe y visitarán tus programas. Pero también están los donantes que no se
moverán con una carta y un “gracias”; aquellos que esperan que los invites
a hacer algo de su gusto o interés y obtener algún “beneficio”, como disfrutar
la cena anual o llevar a su equipo gerencial a un torneo de pádel pro-fondos,
hacer algún tipo de voluntariado donde conozca a los beneficiarios de tus
programas o participar en un evento alineado con sus intereses.
Descubrir qué gusta y/o
motiva a tus donantes y cuál oferta real les puedes proveer será parte de tus
desafíos. Como en el mercadeo, no todo el mundo tiene que ser tu cliente, así
que buscar tu nicho debe ser parte de tu estrategia.
Mi mayor aprendizaje en este
tema fue la creación del Reto Impronta, la principal campaña de promoción y
fundraising de Fundación Impronta. Invitamos a la gente a hacer aquello que les
gusta hacer: correr. Los recursos aportados son los que ellos mismos
estarían dispuestos a pagar por participar en alguna carrera, pero con el
aliciente de hacerlo por una causa más allá de su bienestar o reto personal: oportunidades
para nuestros chamos de Caucagüita.
Tres prácticas claves y un llamado a la acción. Entonces,
¿corres o te encaramas?
17 de junio de 2025
*Bernardo Guinand Ayala es fundador y presidente de Fundación Impronta y
promotor de la Asociación Venezolana de Fundraising
No hay comentarios:
Publicar un comentario