Bernardo Guinand Ayala
Diez y media de la noche y
la Plaza Francia de Altamira seguía completamente repleta de gente. Aún cuando
cientos de veces vivimos en ese mismo lugar aglomeraciones similares, esta vez
la convocatoria era distinta. No porque las razones por las que nos
congregábamos antes no estuviesen vigentes, pues lamentablemente siguen más
vigentes que nunca, pero vivir en totalitarismo también nos ha enseñado a
aprender a vivir.
Y esa noche fue para vivir y
revivir. Diez y media de la noche y Yordano anunciaba la despedida desde la
tarima ubicada en la Av. Francisco de Miranda, aun cuando estábamos plenamente
conscientes que faltaban, al menos, tres canciones ícono de su repertorio. Todas
ellas, al igual que probablemente todo el concierto, suponían lo que ahora
llaman un “throwback”, una vuelta al pasado con cierto sabor a
nostalgia, a añoranza, a reflexión.
En retrospectiva, parece que
ya décadas atrás borramos de nuestro diccionario algunos conceptos claves, pues,
sin duda “por estas calles la compasión ya no aparece y la piedad hace rato
que se fue de viaje…”
Es muy paradójico volver la
vista atrás y evidenciar que tanto la novela “Por estas calles” de la clausurada
RCTV, como el movimiento que dio vida al chavismo en Venezuela, tuvieron como chispa
originaria ese terrible acontecimiento conocido como el Caracazo, ocurrido en
febrero de 1989. Pero aquella canción de denuncia y la novela homónima que plasmaba
cada noche en la pantalla lo que ocurría en el país - realidad que se exhibió
como el germen de dos golpes de estado (1992) y posterior ascenso a la escena
política del teniente coronel Hugo Chávez Frías - quedaron como niñas de pecho
cuando los supuestos redentores de los pobres llegaron al poder para
convertirse, con su aura brillante de resentimiento, en algo infinitamente peor
a lo que venían denunciando.
En fin, “por estas calles hay tantos pillos y malhechores, y en eso si que no importa credo, raza o colores…”
Si algo nos demuestra fehacientemente la historia universal, es que los regímenes totalitarios de tinte socialista, enarbolando la pretendida bandera de defensa de los oprimidos, terminan siendo todo lo que critican, multiplicado a la enésima potencia. Basta leer los célebres títulos de George Orwell – Rebelión en la Granja y 1984 – y constatar, capítulo a capítulo, el guion más perverso que siguen, al pie de la letra y sin ningún tipo de vergüenza, esta casta de pillos y malhechores.
Cuando nos
adentramos en un crucial año 2024, el régimen venezolano vuelve a su esencia
más perversa y persigue de la manera más obscena a la activista de los Derechos
Humanos, Rocío San Miguel, por un presunto complot. Como respuesta ante la
crítica del mundo, expulsan a los miembros de la Oficina del Alto Comisionado
de los DDHH de las Naciones Unidas. No hay muchas explicaciones que dar sobre
el talante del gobierno. En fin, “tú te la juegas si andas diciendo lo que
tu piensas, al hombre bueno le ponen precio a la cabeza”.
El poder
corrompe, pero el poder con resentimiento, mata. Así estamos. Y lo más grave,
el mundo entero está igual. Basta con darse una paseadita por las noticias en
una cárcel de Siberia, donde al igual que en las cárceles venezolanas, los opositores
mueren en extrañas circunstancias.
Volvemos
a la noche del viernes en Altamira. Algunos recordamos - entre acordes y estrofas
pegajosas - errores del pasado que catapultaron al poder a los que hoy gobiernan.
Por estas calles denunciaba la corrupción, la impunidad, el abuso de poder que
ciertamente existió… pero en los noventa aún había un marco constitucional que
aseguraba, al menos, la regla mínima de la democracia: la alternancia en el
poder. Lo de ahora es un tema de mafias a otra escala, perverso y vil. Este año
hay elecciones tanto en Rusia como en Venezuela y vale recordar que, de esos
que se hacen llamar señores, “hay algunos que hasta se (re)lanzan pa´ presidente”.
“Por eso cuídate de las esquinas, no te distraigas
cuando caminas…”
18 de febrero de 2024
Excelente. Que reflejo de un país, descrito en una canción de un ayer que es hoy.
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